Día 150, 151 y 152: Roma
¡Bella Roma!
Primero que nada, debo mencionar que gracias a una hermana de la iglesia de Balderas que me proporcionó los datos de su sobrina que vive en Roma, pude conocer muy bien la ciudad, que para mi sorpresa no es grande, de verdad, no lo es.
Si es vieja, y está en Ruinas jaja, pero, eso me gustaba. Cada sitio tiene mucha historia detrás, y lo sientes.
El primer día junto a Esli y su bebe, Shirly, pude ver casi todo, pero sin entrar a lugares, porque todavía faltaba que llegara mi compañera de viaje (ahora no viajaré sola todo el tiempo).
Ver el Coliseo fue impresionante, las plazas, la pizza, la fontana de Trevi, más plazas, mi favorita es la Venezia, tan grande, blanca y majestuosa.
Primero que nada, debo mencionar que gracias a una hermana de la iglesia de Balderas que me proporcionó los datos de su sobrina que vive en Roma, pude conocer muy bien la ciudad, que para mi sorpresa no es grande, de verdad, no lo es.
Si es vieja, y está en Ruinas jaja, pero, eso me gustaba. Cada sitio tiene mucha historia detrás, y lo sientes.
El primer día junto a Esli y su bebe, Shirly, pude ver casi todo, pero sin entrar a lugares, porque todavía faltaba que llegara mi compañera de viaje (ahora no viajaré sola todo el tiempo).
Ver el Coliseo fue impresionante, las plazas, la pizza, la fontana de Trevi, más plazas, mi favorita es la Venezia, tan grande, blanca y majestuosa.
Ese día Esli me invitó la pizza, tan rico.
Por la tarde cuando su esposo salió de trabajar tuve un recorrido en carro… (está bien que Roma no es tan grande, pero recorrerla en carro también fue muy bonito, y me salvé de subir muchos escalones jaja).
Por la tarde cuando su esposo salió de trabajar tuve un recorrido en carro… (está bien que Roma no es tan grande, pero recorrerla en carro también fue muy bonito, y me salvé de subir muchos escalones jaja).
Conocí una puerta muy peculiar, sitios de carreras, una boca
que juzga según tu mano, el Vaticano, el castillo Sant Angelo, hermoso.
Más noche, pasamos por mi amiga, y fuimos a cenar.
Felizmente he podido tachar un renglón más de la lista Antes de Morir: Comer
pasta en Italia. Y además de disfrutar mi pasta, los postres y los gelatos,
¡MAMMA MIA!
El día siguiente, ahora con Stefhie, entramos al Vaticano,
al Coliseo… donde por cierto comimos. ¿Apoco no suena irreal eso de comer en el
Coliseo?, así nos sentíamos.
Fuimos a todas las plazas habidas y por haber, esperamos a
que fuera media noche para apreciar sin tanta gente la Fontana de Trevi,
hermosa hermosa fuente (L). Y vaya que nos divertimos mucho brincando y
jugueteando frente a ella.
Nuestro tercer y último día entramos a los museos del
Vaticano (incluida la Capilla Sixtina), el Castillo de Sant Angelo y el Foro
Romano, paseamos por las plazas que faltaban (como 2 nomás), comimos pizza otra
vez, esperamos a Esli y su esposo para despedirnos y sorpresivamente nos
invitaron a pasar la noche a su casa (en vez de la terminar de Roma), nos
trataron de maravilla.
Estábamos muy agradecidas con ellos, porque además de darnos
piso, nos dotaron de provisiones para el viaje :D
Roma fue hermosa, no me fascinó (como Paris, por ejemplo),
pero si me gustó mucho.
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