Día 165: Última noche en Madrid, última noche en España, última noche en Europa, última noche del intercambio.

Blaaaaaaaaaah, no quería recordar que día era.
Pero una cosa u otra me obligaba a hacerlo (por ejemplo la maleta que por no sé qué número de vez tenía que acomodar), temprano salí a caminar por otras zonas que no había visitado, me di un último regalito (y compre unas cosillas para mis sobrineitors), y regrese al hostal.

Termine mi equipaje,  y ya segura de que todo estaba en orden, salí a cenar.

Por última vez en España. Me llevaron mis amigas (Ainoa, la que conocí en mi 2do día en Madrid, y Laura, una argentina muy alivianada) a un Bar de Tapas… creo que estas tapas le ganaron a las de Santiago, aunque no en sabor (prefiero las de Santiago), sí en cantidad. ¡Señoras Tapas! Jajaja, cené riquísimo y así, me despedí de Madrid.

Deje todo listo en la noche, me bañe y me acosté temprano.

Para mi sorpresa, no pude dormir. Nada.

Tenía un insomnio terrible… de emoción, de tristeza, de todo.

En un momento de la noche (creo que como a las 5 am) llegué a la conclusión de que los sentimientos encontrados finalmente habían explotado, y la explosión fue de insomnio. No tenía otra idea mejor.

Pero bueno, cansancio gana a todo, y creo que en algún punto logre dormirme. Aunque sólo haya dormido 1 o 2 horas, fueron mis últimos sueños en Europa (de Intercambio).

Por otra parte, y de verdad, muy aparte.

Este día, temprano (o en realidad creo que una noche antes, sí, una noche antes) me enteré de la terrible noticia que aquejaba a Santiago de Compostela: Accidente en las vías de Renfe. Solo pude leerla y hacer una publicación en Facebook hablando al respecto y lo agradecida que estaba por mis cuidados. Aún no entendía la magnitud del percance.