Un día mi mamá fue a un sobreruedas y..
pensando en su pequeña hija fanática de la fotografía, -y al mismo tiempo- viendo una cámara por ahí arrumbada, decidio comprarla: 50 pesos. Eso costó, (bueno más 1 dólar de la pila). Hoy estoy fascinada con mi camarita analoga.. recorde lo que es tener una oportunidad, y sólo 1 para hacer la toma perfecta, y recorde las ansias de querer ver tu resultado (más de una vez tome la foto, y quise voltear a ver el resultado.. topandome con una tapa negra)... en pocas palabras recorde a la niña Sofí que andaba tomandole fotos a cualesquiera cosa bonita o chistosa que encontrara. Me siento tan feliz :), y aunque aún me faltan aproximadamente 20 fotos para terminarme el rollo, disfruto mucho encontrar un buen día, un curioso día, o simplemente uno nuboso (o bien, como ayer: naranjoso).. y además el perfecto cuadro para hacer que perdure, algo que sinceramente, estaba perdiendo con la cámara digital: la esencia (por asi decirle) de mi amor por la fotografía.